Ya casi podemos hablar de tradición, ese mar de rojo que llena la playa de La Zenia el día de Navidad desde hace más de 20 años.
Una fiesta espontánea que adoran miles de expatriados y que ahora también disfrutan un número cada vez mayor de familias españolas, ya que, por última vez en el año, los asistentes aprovechan para desempolvar sus mesas, sillas y barbacoas y vivir una Navidad multicultural con una multitud de asistentes a la fiesta con ideas afines.
Una vez más, desde las primeras horas de la mañana de Navidad, Cala Bosque se transformó en un paisaje vibrante y festivo.
Miles de personas vestidas de Papá Noel, El Grinch o ataviadas con atuendos navideños llegaron con sus mesas de picnic, sillas y barbacoas para celebrar el día en la playa.