Inglés Holandés Francés Alemán Bokmål Polaco Sueco
Aena ha anunciado planes para demolir la antigua terminal del aeropuerto Alicante-Elche Miguel Hernández para ampliar el área de embarque como parte de un proyecto de desarrollo de 20 millones de euros. La redacción de este proyecto ha sido puesta a licitación por 19.875.000 euros, y la propuesta se incluirá en el Documento Regulador de Aeropuertos (DORA) III para el período de 2027 a 2031.
Esta expansión representa una gran inversión en la infraestructura del aeropuerto, pero el cronograma y alcance del proyecto dependen de varios factores críticos.
El proceso requiere que Aena apruebe un nuevo plan maestro, que debe incluir la inversión inicial para la expansión antes de 2027. El plan maestro sirve como base para la planificación de la empresa pública, y no incluir el proyecto en esta hoja de ruta significaría retrasar la inversión otros cinco años.
Además, el proyecto debe pasar por numerosas revisiones medioambientales, que incluyen períodos de consulta para la participación pública, objeciones y resoluciones, pasos que pueden retrasar considerablemente el progreso.
Por otro lado, Aena debe realizar consultas con aerolíneas y organismos reguladores como la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia y la Dirección General de Aviación Civil respecto a las inversiones relacionadas con la terminal. Los planes propuestos también serán revisados por el Comité de Coordinación Aeroportuaria, que incluye representantes de la Generalitat Valenciana, administraciones locales y nacionales, y actores clave económicos y sociales.
Si se aprueban, los planes se integrarán en la estrategia general de inversión de Aena. Dada la complejidad de estos procesos, las especificaciones del proyecto permiten hasta 60 meses, o cinco años, de trabajo preparatorio. En consecuencia, es poco probable que la construcción se licite antes de 2030, a menos que la empresa ganadora proponga un cronograma acelerado.
El anuncio ha provocado reacciones mixtas en el ámbito político. Pilar Bernabé, delegada del Gobierno en la Comunidad Valenciana, defendió la expansión como un cumplimiento del compromiso de España con Alicante. Bernabé destacó que el proyecto aumentaría la capacidad de pasajeros, generaría empleos y mejoraría la conectividad en la región.
Sin embargo, figuras de la oposición expresaron reservas y criticaron el plan por sus supuestos defectos. Marián Cano, la Ministra de Turismo, calificó la propuesta de «noticia positiva» pero reiteró la necesidad de una segunda pista en el aeropuerto Alicante-Elche. Señaló que El Altet sigue siendo el único gran aeropuerto europeo sin conexión ferroviaria, subrayando una necesidad más amplia de mejorar la infraestructura.
De manera similar, el alcalde de Alicante, Luis Barcala, describió la medida como «insuficiente» y cuestionó si la expansión del área de embarque aborda adecuadamente las crecientes necesidades del aeropuerto y de la región. Instó al Ministro de Transportes, Óscar Puente, a explicar por qué el plan actual se prioriza sobre la construcción de una segunda pista.
Toni Pérez, presidente de la Diputación Provincial y líder del Partido Popular en Alicante, adoptó una postura más dura, argumentando que la provincia necesita inversiones más significativas en lugar de «parches» para cubrir la falta de financiación sistemática por parte del gobierno central. Pérez exigió un trato igualitario y una mayor inversión para Alicante, que, según dijo, ha sido negligida durante mucho tiempo en las prioridades nacionales de financiación.
Si bien la propuesta de expansión marca un avance para el aeropuerto, los debates en curso sobre la adecuación y el momento del proyecto reflejan preocupaciones más amplias sobre las necesidades de infraestructura de la región.