Inglés 
Holandés 
Francés 
Alemán 
Bokmål 
Polaco 
Sueco
La Confederación Española de Sindicatos Médicos (CESM), respaldada por el Sindicato Médico Andaluz (SMA), ha convocado una huelga nacional de médicos el 23 de mayo en oposición al Estatuto Marco propuesto por el Ministerio de Salud.
La huelga tiene como objetivo presionar a la ministra de Salud, Mónica García, para que revise el borrador, que ha recibido una fuerte resistencia por parte de importantes organizaciones médicas.
El martes por la mañana, los representantes sindicales se dirigieron al Congreso de los Diputados para registrar una solicitud de reunión con los responsables de salud de todos los grupos parlamentarios en la Cámara Baja, con el fin de explicar la posición de la Confederación sobre la modificación del nuevo Estatuto.
Los sindicatos insisten en que cualquier nuevo Estatuto debe otorgar a los médicos la capacidad de negociar sus condiciones laborales con una representación genuina, garantizando que sus derechos y obligaciones se determinen de manera justa.
«El rechazo unánime de este borrador es la gota que colma el vaso, exponiendo la creciente frustración entre los profesionales médicos que, durante los últimos 40 años, han visto cómo sus derechos se han visto reducidos, mientras que se les imponen continuamente nuevas obligaciones sin compensación», afirmaron los sindicatos.
La CESM está pidiendo un proceso de negociación especializado para establecer un estatuto dedicado a los médicos, garantizando condiciones de trabajo uniformes en toda España y abordando las quejas de larga data dentro de la profesión.
Uno de los aspectos más controvertidos de la propuesta del Ministerio incluye la exigencia de que los altos funcionarios de hospitales y centros de salud trabajen exclusivamente en el sector público. También busca eliminar los turnos de 24 horas y limitar las horas de trabajo diarias de un médico a 17.
En la antesala de la huelga, las principales asociaciones médicas y organismos profesionales han organizado una gran manifestación en Madrid el 22 de marzo, exigiendo mejoras en el borrador, especialmente en lo que respecta a los salarios y las horas de trabajo.
