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El carnaval de Orihuela Costa del fin de semana pasado ha encendido tensiones, con el Pedáneo local (representante designado del alcalde), de Campoamor, Raúl Fernández, desestimando a un grupo de la vecindad en el desfile como una «burla» y una «vergüenza.» En respuesta, los residentes afirman que están enfrentando una «represión de la disidencia,» citando el aumento de la presión policial, la censura, el acoso y las campañas de desinformación.
La controversia gira en torno al grupo del desfile Los Bombones de la Costa, un conjunto de 50 miembros de la asociación vecinal Unidos por la Costa. Sus disfraces y recitales satíricos destacaron el abandono prolongado de la zona costera. Su creatividad incluso les ganó un premio, pero su crítica al gobierno local no fue bien recibida por las autoridades.
Fernández, que también es asesor del partido PP, criticó públicamente al grupo en redes sociales, desestimando su representación de la comunidad. Esto desató una fuerte respuesta de la asociación, que afirma que sus 1000 miembros de 39 nacionalidades y 10.000 seguidores en Facebook les brindan un respaldo legítimo de la comunidad. Argumentan que su activismo ha llevado a una creciente represión, incluyendo presión policial, censura y falta de transparencia por parte de los funcionarios locales.
En una declaración en su grupo de WhatsApp, la asociación dijo sobre Fernández que «no nos sorprenden realmente sus comentarios irrespetuosos contra la asociación y los brillantes residentes de Orihuela Costa por organizar el fantástico evento del sábado como supuestamente pedáneo y asesor de Orihuela Costa.»
«Si los presupuestos se distribuyeran de manera más equitativa para fiestas, luces de Navidad, Halloween, etc., no habría necesidad de que los residentes se encargaran de organizar tales festividades de su propio bolsillo. Te pagan para representar a la gente, pero parece que haces muy poco por la costa. Necesitamos que la asociación hable y siga luchando por los derechos de la costa, que debería ser tu trabajo.»
La asociación también criticó la estructura política, señalando que Fernández, como pedáneo, fue elegido y nombrado directamente por el alcalde de Orihuela y se dice que gana aproximadamente 40,000 € anuales con fondos públicos. Se preguntaron si otros representantes locales seguirían siendo «títeres» en el actual panorama político.
Además, acusaron a Vox, que controla el Departamento de Asuntos Costeros, de intentar atribuirse el mérito de cualquier mejora comunitaria, a veces incluso obstaculizando el progreso para mantener influencia política.
Describiendo la situación actual como impulsada por «arrogancia, ignorancia y miedo a ser expuestos,» la asociación se comprometió a seguir expresando sus preocupaciones para exigir mejores servicios públicos, inversiones y condiciones de vida en la zona.
Por su parte, Fernández defendió sus comentarios, insistiendo en que eran opiniones personales y no una postura oficial. Argumentó que el carnaval debería seguir siendo un evento apolítico para el disfrute de los niños y enfatizó su profunda conexión con Orihuela Costa, donde ha vivido toda su vida.
Créditos de foto: Unidos por la Costa